En diciembre de 2022, no había rincón del mundo donde no se oyera la palabra “Qatar”. Todo gracias a la Copa Mundial de la FIFA. También se ha hablado mucho de cuánto se ha gastado el microscópico país en organizar el evento. Según varias estimaciones, el Mundial costó a Qatar 220.000 millones de euros. Para entender si eso es mucho o no, recordemos que los Mundiales más caros fueron la Copa Mundial de la FIFA de Brasil en 2014 y la Copa Mundial de la FIFA de Rusia en 2018. Ambos países gastaron menos de 15.000 millones de dólares cada uno en la organización.
Pero ¿de dónde ha sacado tanto dinero este país que no juega al fútbol? El Instituto para el Desarrollo de Tecnologías de Combustibles y Energía (IRTTEK) analiza para Revista Energía la contribución del gas natural licuado, ya que Qatar es uno de los mayores exportadores del mundo.
El petróleo y el gas representan alrededor del 50% del PIB de Qatar y aportan el 70% de los ingresos públicos. Las reservas probadas de petróleo de Qatar se estiman en 3.700 millones de barriles. La producción de petróleo y gas representa más del 50% del PIB, el 85% de las exportaciones y el 70% de los ingresos públicos de Qatar. Y los tres millones de habitantes viven felices para siempre: este minúsculo Estado es el primero del mundo en PIB per cápita.
Qatar no siempre ha sido un país rico. Hace un siglo, el país se alimentaba de la perla y la pesca. No estaba bien alimentado; el país era francamente pobre. Pero de repente, en 1939, se descubrió petróleo en la zona de Dukhan. Poco a poco el país empezó a reafirmarse, se construyeron escuelas y hospitales. En 1971 Qatar se independizó de Gran Bretaña. Ese mismo año se descubrió el mayor yacimiento de gas natural del mundo: el yacimiento de condensado de gas South Pars/North Dome.
El desarrollo activo del campo no comenzó inmediatamente. Había suficiente petróleo para todos. Pero en los años 80 llegó la crisis del petróleo y las autoridades empezaron a pensar en construir plantas de GNL.
Las plantas empezaron a crecer como setas después de la lluvia. Y en 2006, Qatar superó a Indonesia y se convirtió en el mayor exportador mundial de gas natural licuado. Al mismo tiempo, los competidores de Estados Unidos y Australia también estaban desarrollando rápidamente la producción de GNL.
La mayor parte del GNL de Qatar se destina a Japón, así como a Corea del Sur e India.
Un trampolín geopolítico
Los acontecimientos de febrero de 2022 en Ucrania jugaron a favor de Qatar. Europa empezó a buscar un sustituto para el gas ruso y comenzaron a aumentar los suministros procedentes de otros lugares. Desde Estados Unidos se duplicaron y desde Qatar, un 20%.
Los jeques, sin embargo, no se detienen ahí y no cesan de ampliar la producción. Qatar tiene previsto aumentar su capacidad de producción, por lo que trabaja a toda máquina en el proyecto North Field South (NFS), que elevará la capacidad de producción a 126 millones con fecha prevista de inicio en 2027.
El nuevo proyecto corre a cargo de Qatar Petroleum. Según la empresa, será el mayor proyecto de GNL del mundo. Además del gas licuado propiamente dicho, el proyecto producirá condensado, etano, azufre y helio. Se espera que la producción comience en el cuarto trimestre de 2025.
Además de Qatar Petroleum, participa en el proyecto una alianza formada por la japonesa Chiyoda Corporation y Technip Energies. El coste total asciende a unos 28.700 millones de dólares. Según los autores del proyecto, se trata de una de las mayores inversiones en el sector energético de los últimos años, así como del mayor proyecto de GNL de la historia.
Los europeos no se quedan atrás. Este año, Alemania firmó un acuerdo con Qatar para el suministro de gas natural licuado durante 15 años. A partir de 2026, los alemanes comprarán 2 millones de toneladas anuales de GNL a Qatar. Hasta hace poco, Alemania era una gran crítica del Mundial de Qatar por el estado de los derechos de las minorías y las condiciones laborales de los trabajadores que construyeron los estadios. Sin embargo, el ministro de Economía, Robert Habek, del Partido Verde, afirmó que Alemania necesitaba diferenciar los suministros en un momento en que se está abandonando el gas ruso. La cuestión moral ha sucumbido al pragmatismo y ha pasado a un segundo plano.
A los chinos tampoco les importó cimentar su relación con sus homólogos qataríes, dado que el país asiático fue el mayor importador mundial de GNL en 2021. Y así, a finales de noviembre de este año, se firmó un acuerdo récord de 27 años. En virtud del acuerdo, QatarEnergy suministrará gas natural licuado (GNL) a la china Sinopec, que comprará 4 millones de toneladas al año, con una inversión de más de 60.000 millones de dólares.
Qatar no quiere perder en absoluto el liderazgo del GNL y quiere aprovechar todos los factores, desde el conflicto en Ucrania hasta su imagen reforzada tras la Copa del Mundo. Ni a Europa ni a Asia parece importarles en absoluto.